3ª Semana: La Insumisión

La reunión que se había llevado a cabo el día 14 de de febrero en el Palacio de la Generalitat entre el gobernador civil Rothwos y los directores de La Canadiense y las otras dos empresas energéticas, no había servido para nada. El conflicto parecía no tener salida y la situación iba empeorando. En un comunicado lanzado el día 18 La Canadiense culpaba a los trabajadores de la situación por su nula disposición al diálogo. No obstante, en una reunión con una delegación de trabajadores éstos fueron expulsados al conocerse que había afiliados a CNT. Es decir, era la patronal la que no quería dar su brazo a torcer.

La situación llegó al clímax el día 21 de febrero, cuando la práctica totalidad de los trabajadores de La Canadiense abandonaron sus puestos de trabajo en las diversas centrales, sumándose a éstos los de la Compañía Eléctrica de Cataluña. El suministro eléctrico quedó totalmente interrumpido en Barcelona. La ciudad se sumió en la oscuridad. Decenas de tranvías quedaron paralizados en medio de la calle, sin poder regresar a las cocheras. Los comercios tuvieron que cerrar sus puertas. Incluso los edificios de las principales instituciones como el Gobierno Civil, la Jefatura de Policía o el Ayuntamiento quedaron sin luz. Al día siguiente no saldrían los principales periódicos.

Dada la situación de emergencia se reunió el Consejo de Ministros del gobierno de Romanones para tratar en exclusiva el tema de la huelga. Entonces se decidió solicitar a la embajada británica un permiso para incautar La Canadiense. Una vez conseguido esto la empresa se militarizó, siendo los integrantes del cuerpo de ingenieros, bajo las órdenes del coronel Madrid, y de la armada, bajo las órdenes del teniente coronel Vez, los que se tuvieron que encargar de garantizar el suministro eléctrico. Pasaron a ocupar las oficinas de la Canadiense, y al día siguiente se lograron iluminar ciertas zonas de la ciudad como los edificios institucionales o vías públicas principales. Pero al menos durante una semana se producirían apagones constantes. El tranvía también quedó incautado, al ser propiedad de La Canadiense, y no funcionó con normalidad en todos esos días.


El tercer acto que llevará a cabo CNT Barcelona en conmemoración por el centenario de la huelga de “La Canadiense” llevará por nombre: “La insumisión”. Se realizará una breve presentación sobre la huelga, así como una pequeña charla sobre diversos eventos represivos en la actualidad a cargo de un compañero, y finalmente diversos grupos de rap se encargarán de amenizar la jornada.

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